La estrategia consiste en crear pollos transgénicos que no puedan transmitir la enfermedad a sus congéneres, y por supuesto tampoco a humanos en caso de que una cepa en concreto del virus pueda saltar de hospedador. Para conseguir esto, se insertó en el genoma de los pollos una secuencia de DNA que codifica para un molécula corta de RNA en forma de horquilla, que se une e inactiva a la DNA polimerasa del virus, interfieriendo en su replicación. De este modo, se consiguió que no se transmitiera el virus tanto entre pollos transgénicos como no modificados genéticamente, aunque los pollos infectados sí murieron a causa de la infección.
Este trabajo supone un primer paso muy importante, pues la amenaza global que constituye la transmisión de la gripe aviar no se logra frenar ni con vacunación ni con medidas preventivas. De todas maneras, de momento no se plantea ni siquiera su producción para consumo humano a corto plazo, pues los escollos a superar son grandes.
Fuente:http://www.elmundo.es/elmundo/2011/01/13/ciencia/1294944749.html
Artículo original: Lyall, J. et al. (2011) Suppression of avian influenza transmission in genetically modified chickens. Science, 331(6014): 223-226.
DOI: 10.1126/science.1198020
María Álvarez Satta