Se ha logrado crear el primer modelo preciso de autismo en un animal, introduciendo una mutación genética en ratones. El modelo animal puede suponer una enorme ayuda para que los investigadores comprendan mejor la función cerebral anormal los seres humanos con transtornos del autista (TEA), y así mejorar las estrategias de tratamiento. Para conseguir los ratones, se reemplazaron 3 genes normales por 3 genes asociados con el autismo en humanos, consiguiendo un ratón con un autismo muy similar al de los humanos. De hecho, este pequeño cambio es muy similar al que se produce de forma natural en algunos pacientes. Además, los ratones mostraron una mayor capacidad de aprendizaje espacial, que puede parecerse al aumento de la capacidad cognitiva, caso ya visto en humanos, personas que tienen una grave discapacidad mental o de desarrollo pero extraordinarias capacidades mentales.
LUCÍA MARTÍNEZ DOPAZO
FUENTE:www.laflecha.neT; NovaCiencial.com
viernes, 4 de enero de 2008
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