Científicos del MIT han conseguido fabricar nanopartículas que al ser pulsadas con un campo electromagnético liberan medicamentos para atacar tumores. Esta novedad puede llevar a mejores diagnósticos y formas de tratamiento del cáncer. Primero habían desarrollado partículas que viajaban en el torrente sanguíneo, y se alojaban en las cercanías de un tumor. De esta forma la detección mediante resonancia magnética se hacía relativamente fácil. Tras este éxito se plantearon la posibilidad de incorporar medicamentos a estas partículas y lo han conseguido utilizando partículas diminutas (no mayores que la mil millonésima parte de un metro) y con la propiedad de ser superparamagnéticas, es decir que liberan calor cuando se exponen a un campo magnético ligándolas a otras moléculas activas, como drogas terapéuticas, que se liberan cuando aumenta la temperatura.El procedimiento es relativamente seguro, ya que las frecuencias que se emplean son del orden de las frecuencias de radio. En experimentos llevados a cabo con ratones, se mostró que las drogas se liberan únicamente al aplicar un campo magnético una vez que estas se alojaron en la zona del tumor. Además, es posible “sintonizar” la intensidad o la frecuencia del campo magnético a la que se debe liberar la droga o sea que cada nanopartícula podría llevar consigo más de una droga a ser utilizada en momentos diferentes.
La utilización de este procedimiento, si bien se demostró ser segura, está lejos de llegar a las clínicas. Para que sea práctico, se debe llegar a una masa crítica de partículas en la zona cancerosa; los científicos todavía están trabajando en cómo hacer inyectable una solución de partículas que efectivamente se junten en el tumor.
Fuente: www.sciencedaily.com
Daniel Álvarez Simón
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