El CSIC ha diseñado un ánodo para una pila de combustible microbiana. La estructura, con poros micrométricos en forma de canales, se ha obtenido mediante un proceso de autoensamblado de nanotubos de carbono. El material presenta una gran conductividad eléctrica, es ultraligero y su estructura porosa puede ser colonizada por bacterias como Escherichia coli.
La diferencia entre una pila de combustible convencional y una microbiana es que en la segunda el combustible lo proporciona la actividad metabólica del microorganismo.
Se ha observado que estas estructuras son altamente biocompatibles, permiten la adhesión de las bacterias sobre los nanotubos de carbono y favorecen la formación de un biofilm que cubre la estructura tridimensional.
La diferencia entre una pila de combustible convencional y una microbiana es que en la segunda el combustible lo proporciona la actividad metabólica del microorganismo.
Se ha observado que estas estructuras son altamente biocompatibles, permiten la adhesión de las bacterias sobre los nanotubos de carbono y favorecen la formación de un biofilm que cubre la estructura tridimensional.
Fuente: CSIC, Madrid, 3 de Diciembre 2007
Enlace: http://www.csic.es/noticia.do?objectid=0902bf8a8008416d
Elisa Graña Martínez.
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