Investigadores del CSIC han conseguido acelerar el crecimiento, aumentar el contenido proteico y disminuir la formación de depósitos grasos en cerdos obesos. Para lograr estos resultados han incluido dos compuestos naturales en la dieta de los animales: la betaína, un aminoácido que se encuentra en plantas, como la remolacha; y el ácido linoleico conjugado, presente en los productos lácteos y la carne de herbívoros.
Se trata de dos compuestos modificadores del metabolismo que se administraron conjuntamente como suplemento de la dieta de cerdos genéticamente obesos. El cambio de alimentación provocó que los cerdos depositaran un 23% más de tejido magro y un 14% menos de grasa que los animales a los que no se les administraron estos compuestos naturales.
El trabajo se ha realizado con cerdos ibéricos de entre 20 y 50 kilogramos de peso. Los animales a los que se les dio sólo uno de estos compuestos presentaron peores resultados que aquellos a los que se alimentó con una dieta suplementada con ambas sustancias.
Estos resultados indican que la interacción entre el ácido linoleico conjugado y la betaína puede ser muy beneficiosa en explotaciones intensivas de cerdo ibérico orientadas a la
producción de carne fresca.
Además, considerando al cerdo como un buen modelo para el estudio de la nutrición humana, los resultados podrían aplicarse para reducir la obesidad en personas con este problema.
Fuente: CSIC, 15 de Noviembre 2007.
Enlace: http://www.csic.es/noticia.do?objectid=0902bf8a8008416d
Elisa Graña Martínez.
Se trata de dos compuestos modificadores del metabolismo que se administraron conjuntamente como suplemento de la dieta de cerdos genéticamente obesos. El cambio de alimentación provocó que los cerdos depositaran un 23% más de tejido magro y un 14% menos de grasa que los animales a los que no se les administraron estos compuestos naturales.
El trabajo se ha realizado con cerdos ibéricos de entre 20 y 50 kilogramos de peso. Los animales a los que se les dio sólo uno de estos compuestos presentaron peores resultados que aquellos a los que se alimentó con una dieta suplementada con ambas sustancias.
Estos resultados indican que la interacción entre el ácido linoleico conjugado y la betaína puede ser muy beneficiosa en explotaciones intensivas de cerdo ibérico orientadas a la
producción de carne fresca.
Además, considerando al cerdo como un buen modelo para el estudio de la nutrición humana, los resultados podrían aplicarse para reducir la obesidad en personas con este problema.
Fuente: CSIC, 15 de Noviembre 2007.
Enlace: http://www.csic.es/noticia.do?objectid=0902bf8a8008416d
Elisa Graña Martínez.
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