Dos estudios presentados en una reunión internacional de oncólogos en Filadelfia (estado de Pensilvania) confirmaron que los vegetales, tanto frutas como verduras, son importantes para la prevención del cáncer.
Según los investigadores las dietas con un alto contenido de crucíferas, como el repollo y el brócoli, así como las frambuesas oscuras, pueden prevenir la mayoría de los cánceres. Uno de los estudios llevado a cabo en la Universidad de Ohio, indicó que las frambuesas oscuras protegen contra el cáncer de esófago al reducir las presiones oxidantes en pacientes que sufren una condición precancerosa llamada reflujo gastroesofágico.
Se estima que el cáncer de esófago (también conocido como adenocarcinoma esofágico) está relacionado con el exceso de peso; y que las dietas basadas en vegetales, sobretodo el mayor consumo de frutas está estrechamente con una reducción en el riesgo de sufrir el adenocarcinoma esofágico.
También los brotes de brócoli son un importante agente de prevención contra el cáncer de vejiga. En experimentos hechos con ratas los científicos determinaron que esto se debe al alto contenido en ese vegetal de isotiacianatos, un importante agente anticancerígeno.
Los científicos advierten que el poder anticancerígeno de estos productos sólo es efectivo si se consumen sin cocinar, ya que la cocción de alguno de estos alimentos puede eliminar el 60% de los isotiacianatos. El calor destruye las enzimas que convierten los precursores de esas sustancias y las que ya se han formado. Por ello es que el consumo de verduras crucíferas crudas tiene mayores beneficios.
Fuente: EFE
Alba Cid Formoso
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