Los equipos de investigación del Centro Oncológico Yale (New Haven, EEUU) y del Centro para la Investigación Biomédica Fudan-Yale de la Universidad Fudan (China), han observado que mutaciones localizadas en distintas células de un tejido pueden promover el desarrollo tumoral, aun cuando estén localizados en distintas células de un tejido.
El estudio se centró en dos genes implicados en el desarrollo de tumores humanos; el gen RAS, implicado en el 30% de los tumores, y el gen supresor de tumores scribbe, que contribuye al desarrollo tumoral cuando está mutado. Previamente se demostró que una combinación de estos dos genes en la misma célula pueden desencadenar cáncer porque por si solos no pueden. El modelo animal utilizado fue la mosca de la fruta porque es el organismo ideal para analizar las interacciones celulares y la cooperación oncogénica. Durante la investigación se observó que células que contienen mutaciones en el gen RAS, si se encuentran cerca de otras células con un scribbe defectuoso, su interacción puede provocar un tumor.
En otro experimento en Drosophila melanogaster se descubrió que las células RAS pueden desarrollar un tumor ante una condición de estrés, como una herida, debido a un proceso de señalización llamado JNK que al activarse en condiciones de estrés puede estimular la formación de cáncer porque esta señal se propaga a todas las células que están alrededor, aunque dicha señal puede ser bloqueada.
Cuanto mas se indaga en el estudio del cáncer, aparecen más nuevos y complejos mecanismos que pueden estar relacionados o desarrollarlo, pero este estudio ha ayudado a encontrar nuevas dianas para combatirlo.
Nature; DOI: 10.1038/nature8702
Diario médico 14 Enero 2010; pag 16
Alejandro Fernández Ponce
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