Investigadores del National Cancer Institute (NCI) han identificado un proceso químico que desactiva el gen que previene el crecimiento de tejido tumoral. El gen puede volver a activarse y el riesgo de tejido tumoral reducirse, afirmó el equipo.
Las células en cuestión se conocen como células iniciadoras de tumores con propiedades parecidas a las células madre (TIC, por su sigla en inglés). Se piensa que estas células causan el agresivo cáncer cerebral conocido como glioblastoma multiforme, en el que ocurre una descomposición en la manera en que los genes de las células se expresan. Las TIC, en lugar de crecer en tejido sano, crecen en tumores. Los investigadores han informado sobre la presencia de TIC en los cánceres de mama, colon, pulmón y cerebro. El equipo del NCI usó tejido tumoral procedente de pacientes de glioblastoma multiforme para desarrollar una célula que ignoraba los efectos de dos proteínas, la proteína morfogénica ósea 2 (BMP2) y el factor neurotrófico ciliar (CNTF), que por lo general causa el crecimiento de las células madre cerebrales. En vez de ello, las células respondieron parcialmente a una proteína (BMP2) y no a la otra, lo que los investigadores explicaron como una respuesta de una célula inmadura y en desarrollo.
Según el estudio, publicado en la revista Cancer Cell, cuando los investigadores compararon la conducta de las células especialmente diseñadas con células madre neuronales normales, descubrieron que los genes que regulan la respuesta de la BMP2 no funcionaba en las nuevas células. Cuando activaron el gen, las células comenzaron a responder más normalmente y eran menos propensas a crecer en tejido tumoral. Estudios posteriores revelaron que el gen era bloqueado por un proceso químico, una metilación, que se cree que es responsable de silenciar los genes que de otra manera prevendrían muchos otros cánceres. Los investigadores señalaron que ‘desmetilar’ las células recién creadas provocaba que se comportaran más normalmente y de manera similar a las células en los embriones, lo que confirma la sospecha de que las células cerebrales inmaduras podrían ser la raíz del crecimiento del cáncer. El equipo analizó 54 tumores de glioblastoma multiforme y encontró que uno de cada cinco contenía señales de la misma dificultad con el gen BMP2 que los investigadores observaron en el laboratorio y que estos tumores también estaban metilados.
El doctor Howard Fine, jefe de la Rama de neurooncología del Centro de investigación del cáncer del NCI y líder de la investigación, afirmó que esta investigación es un ejemplo de una célula madre cuyo desarrollo normal ha sido bloqueado de tal manera que previene la diferenciación además de obligarla a contribuir al desarrollo de un tumor agresivo.
Fuente: Publicación digital Medline Plus
Óscar Sánchez Conde
Las células en cuestión se conocen como células iniciadoras de tumores con propiedades parecidas a las células madre (TIC, por su sigla en inglés). Se piensa que estas células causan el agresivo cáncer cerebral conocido como glioblastoma multiforme, en el que ocurre una descomposición en la manera en que los genes de las células se expresan. Las TIC, en lugar de crecer en tejido sano, crecen en tumores. Los investigadores han informado sobre la presencia de TIC en los cánceres de mama, colon, pulmón y cerebro. El equipo del NCI usó tejido tumoral procedente de pacientes de glioblastoma multiforme para desarrollar una célula que ignoraba los efectos de dos proteínas, la proteína morfogénica ósea 2 (BMP2) y el factor neurotrófico ciliar (CNTF), que por lo general causa el crecimiento de las células madre cerebrales. En vez de ello, las células respondieron parcialmente a una proteína (BMP2) y no a la otra, lo que los investigadores explicaron como una respuesta de una célula inmadura y en desarrollo.
Según el estudio, publicado en la revista Cancer Cell, cuando los investigadores compararon la conducta de las células especialmente diseñadas con células madre neuronales normales, descubrieron que los genes que regulan la respuesta de la BMP2 no funcionaba en las nuevas células. Cuando activaron el gen, las células comenzaron a responder más normalmente y eran menos propensas a crecer en tejido tumoral. Estudios posteriores revelaron que el gen era bloqueado por un proceso químico, una metilación, que se cree que es responsable de silenciar los genes que de otra manera prevendrían muchos otros cánceres. Los investigadores señalaron que ‘desmetilar’ las células recién creadas provocaba que se comportaran más normalmente y de manera similar a las células en los embriones, lo que confirma la sospecha de que las células cerebrales inmaduras podrían ser la raíz del crecimiento del cáncer. El equipo analizó 54 tumores de glioblastoma multiforme y encontró que uno de cada cinco contenía señales de la misma dificultad con el gen BMP2 que los investigadores observaron en el laboratorio y que estos tumores también estaban metilados.
El doctor Howard Fine, jefe de la Rama de neurooncología del Centro de investigación del cáncer del NCI y líder de la investigación, afirmó que esta investigación es un ejemplo de una célula madre cuyo desarrollo normal ha sido bloqueado de tal manera que previene la diferenciación además de obligarla a contribuir al desarrollo de un tumor agresivo.
Fuente: Publicación digital Medline Plus
Óscar Sánchez Conde
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