miércoles, 7 de noviembre de 2007

PREDICCIÓN DE ENFERMEDADES.


En condiciones normales, ante la presencia de bacterias y virus, el sistema inmunitario entra en acción mediante el despliegue de anticuerpos, otras moléculas y diversos tipos de leucocitos que reconocen y destruyen a los invasores. Pero en las personas que sufren una enfermedad autoinmune, el sistema inmunitario se dirige contra sus propios téjidos.

Se han identificado más de 40 trastornos autoinmunitarios, desde la diabetes tipo 1 (insulinodependiente) hasta la artritis reumatoide pasando por la enfermedad celíaca.

En el último decenio, un número creciente de estudios han demostrado que el organismo fabrica anticuerpos dirigidos contra sí mismo (autoanticuerpos) 10 años incluso antes de que la autoinmunidad dañe los tejidos hasta el punto de que se manifiesten los síntomas. Semejante revelación esta cambiando la forma de entender la aparición y el pronóstico de los transtornos autoinmunitarios. Quizá llegue el día que los médicos analizarán la sangre de una persona sana en busca de anticuerpos determinados para conocer la probabilidad de que, con los años, se desarrolle una patología determinada.

Lo más probable es que tenga que diseñarse una terapia preventiva espacífica para cada caso.

¿Para qué querrán los investigadores desarrollar pruebas para la utilización de de anticuerpos pronósticos si pronto podrán ver en cada paciente los genes defectuosos?
Porque la mayoría de las enfermedades crónicas surgen como resultado de la interacción compleja de factores ambientales y una multitud de genes.
La detección de genes de susceptibilidad no indicaría necesariamente, que un individuo acabe padeciendo una determinada enfermedad. La detección de autoanticuerpos en cembio, revelaría que ya se ha puesto en marcha el proceso desencadenante de la patología. Pero esto no quiere de cir que, individuos con una predisposición congénita hacia una enfermedad, el análisis genético facilitaría la identificación de los que necesitan hacerse cuanto antes un análisis de autoanticuerpos.


Investigación y ciencia, mayo 2007.

TAMARA RAYO FERNÁNDEZ.

No hay comentarios: