En condiciones normales, ante la presencia de bacterias y virus, el sistema inmunitario entra en acción mediante el despliegue de anticuerpos, otras moléculas y diversos tipos de leucocitos que reconocen y destruyen a los invasores. Pero en las personas que sufren una enfermedad autoinmune, el sistema inmunitario se dirige contra sus propios téjidos.
Se han identificado más de 40 trastornos autoinmunitarios, desde la diabetes tipo 1 (insulinodependiente) hasta la artritis reumatoide pasando por la enfermedad celíaca.
Lo más probable es que tenga que diseñarse una terapia preventiva espacífica para cada caso.
Porque la mayoría de las enfermedades crónicas surgen como resultado de la interacción compleja de factores ambientales y una multitud de genes.
La detección de genes de susceptibilidad no indicaría necesariamente, que un individuo acabe padeciendo una determinada enfermedad. La detección de autoanticuerpos en cembio, revelaría que ya se ha puesto en marcha el proceso desencadenante de la patología. Pero esto no quiere de cir que, individuos con una predisposición congénita hacia una enfermedad, el análisis genético facilitaría la identificación de los que necesitan hacerse cuanto antes un análisis de autoanticuerpos.
TAMARA RAYO FERNÁNDEZ.
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