El destino de una célula embrionaria depende de su localización en el embrión, por lo tanto, la célula tiene que saber cuál es su ubicación, esa función la llevan a cabo los morfógenos, que son moléculas secretadas por las células y que se encuentran por todo el tejido embrionario en distintas proporciones. La célula a través de receptores específicos capta la información posicional que les proporcionan los morfógenos.
Andrés Casali, investigador de CSIC, se ha centrado en el estudio de la proteína Hedgehog, esta proteína es un morfógeno muy conservado, presente en muchos organismos. La célula posee receptores, formados por proteínas PTC y Smo, que reconocen a la proteína Hedgehog y a medida que reciben información, la célula produce más moléculas de PTC, pero al llegar a un límite, el receptor se satura y se bloquea.
En Drosophila melanogaster, se ha visto que existe un mecanismo que es capaz de evitar este bloqueo, mediante la autorregulación de las moléculas PTC. Esta autorregulación se lleva a cabo mediante la inducción de degradación de las moléculas PTC.
El mal funcionamiento de la proteína Hedgehog provoca malformaciones humanas y también se relaciona con distintos tipos de cáncer, por lo que este descubrimiento abre muchas puertas en el estudio de estas enfermedades.
Fuente:
Andreu Casali. Self-Induced Patched Receptor Down-Regulation
Modulates Cell Sensitivity to the Hedgehog Morphogen
Gradient. Sci. Signal., 24 August 2010 Vol. 3, Issue 136, p. ra63
Cristina Gómez Valencia
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