Investigadores de la
Universidad Autónoma de Barcelona han logrado introducir ADN en el núcleo de
una célula utilizando nanopartículas, lo cual constituye un avance para su
utilización como vectores en la terapia génica.
Uno de los principales
problemas para el logro de éxito en esta vertiente de tratamiento es
precisamente encontrar el vector ideal que no produzca efectos secundarios, que
llegue al lugar preciso y que tenga durabilidad por largo tiempo.
La liberación del ADN se
produce dentro del núcleo, mediante partículas con forma de disco de unos pocos
nanómetros, que el equipo ha bautizado como nanodiscos. Las partículas se
mueven 10 veces más rápido que si se difunden de forma pasiva.
“Los nanodiscos se
ensamblan automáticamente, se mueven rápidamente, son estables a lo largo de
todo el recorridos y viajan hacia el interior del núcleo, por lo que son muy
prometedores para ser utilizados como prototipos para la administración segura
de ácidos nucleicos y de proteínas funcionales”, ha señalado la responsable del
proyecto, Esther Vázquez.
Los liposomas son estructuras sintéticas
formadas por una o más bicapas concéntricas de fosfolípidos que acomodan en su
interior fármacos hidrosolubles o liposolubles y macromoléculas (como enzimas,
hormonas, antígenos, material genético y otros agentes), que de esta forma
consiguen acceder a células con capacidad de atrapar estos liposomas.
Los nanosomas (o liposomas de tamaño nano) son vesículas
diminutas (50 - 200nm), de composición idéntica a las células del organismo
(fosfolípidos), que permiten encapsular y transportar principios activos sin
que éstos se oxiden ni se degraden hasta el momento de su liberación.
Estas cualidades hacen que los productos con nanosomas
alcancen una eficacia superior a las cremas cosméticas tradicionales y un
resultado prolongado en el tiempo. No existen riesgo de rechazo por parte del
organismo al nanosoma ya que éste lo reconoce como una célula más, ni de
toxicidad o reacción adversa, ya que se formula sin perfumes y con una cantidad
de principio activo menor que la que se incluyen en las formulaciones de cremas
tradicionales, ya que con menos cantidad de producto el resultado es mayor.
Son vesículas extraordinariamente pequeñas (50-200nm)
- Compuestas por
fosfolípidos organizados en bicapa
- Permiten encapsular
sustancias hidrófilas y lipófilas en su interior (fármacos, cosméticos...)
aumentando sus niveles de penetración y difusión.
- Mimetizan en su
composición y estructura con la membrana celular interaccionando
perfectamente con las células consiguiendo unos (niveles de penetración y
difusión que nunca conseguiríamos empleando activos en su forma libre)
- El liposoma
encapsula el activo.
- Contiene los
lípidos fisiológicos, que reparan eficazmente la función barrera
(Ceramidas, ácidos grasos libres, colesterol).
- El fosfolípido
interactúa con las membranas celulares
- El fosfolípido
induce un efecto en superficie mejorando el aspecto y tacto de la piel.
- Permite el empleo
de altas concentraciones sin irritación.
- Permite actuar en
profundidad.
Los fosfolípidos organizados en bicapas, se doblan sobre sí mismos
y dan lugar a una vesícula preparada para la encapsulación y transporte de una
alta gama de principios activos.
La bicapa lípida de los liposomas recuerda a la estructura de las
células humanas, lo que asegura una gran compatibilidad y seguridad biológica
que permite a los liposomas interaccionar (fusionarse, disolverse...) con las
membranas celulares y liberar en su interior los principios activos que
transportan, con unos niveles de penetración y difusión del activo que nunca
conseguiríamos empleando los principios activos en su forma libre.
Fuente:A.C. Cosmetics
Pilar Piñeiro Conde.
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