martes, 28 de diciembre de 2010

La estabilidad de las proteínas podría favorecer el desarrollo del cáncer

Esta noticia ha sido publicada en el último número de la revista Cell, y es el resultado de un estudio llevado a cabo por un grupo de investigadores del Centro Oncológico Jonsson (Universidad California, Los Ángeles).

La vía de señalización celular Wnt en las células sanas provoca el secuestro de la enzima cinasa 3 glicógeno-sintasa (GSK3), enzima básica para la degradación de proteínas. GSK3 queda atrapada en el interior de los orgánulos citoplasmáticos, en los cuerpos multivesiculares. Este fenómeno, mediante el cual las membranas celulares internas capturan a esta enzima, provoca que la enzima no realice su función, viéndose afectada la estabilidad celular. Esta vía de señalización normalmente aparece activada en células tumorales, donde el secuestro de la enzima GSK3 provoca la estabilización de diversas proteínas en la célula, las cuales ejerce un papel muy importante en el desarrollo del cáncer.

Este grupo de investigadores descubrieron que la degradación del 20 por ciento de las proteínas celulares está desencadenada por la enzima GSK3. El hecho de que Wnt se encuentre activada en el 85 por ciento de los tumores colorrectales se ha relacionado con la asociación que existe entre la beta-catenina y la GSK3.
Los cuerpos multivesiculares no solo están relacionados con la degradación de proteínas, sino también están vinculados con la comunicación intercelular a través de la activación de Wnt. Este hecho hace que intervengan también otras vías, que emplean este mecanismo de secuestro enzimático. Se sugieren que Wnt podría estabilizar ciertas funciones celulares. Una posible explicación a que Wnt se encuentre activada en la mayor parte de las células tumorales es que las células tumorales requieran de una mayor estabilidad en las proteínas con respeto a células normales. Esto ha hecho que actualmente se estén poniendo en marcha estrategias que impidan el secuestro enzimático.

A pesar de las grandes esperanzas que supone este descubrimiento, todavía queda mucho trabajo por hacer.



Silvia Barja Fernández

Fuente: www.diariomedico.com

No hay comentarios: